jueves, 11 de noviembre de 2010

Cosas Que Te Pasan Si Prestas Atencion. (1)

No es novedad para muchos, esta etapa de cambios.
Es novedad para muchos, justo "este" cambio.
Hoy, un Jueves como tantos Jueves, ninguno igual al anterior.
Desenredando mis dedos y algunas de mis ideas,
me vi sentada en el pasillo de la sala de espera.
Esperar es complicado, pero también es causa y efecto, génesis de estados de animo, sentimientos encontrados, talvez no buscados.
La escena se puede resumir en, cuatro o cinco personas anhelando la llegada del Doctor. De pronto y sin querer, nos vimos de mucha charla. Algunos manifiestan impaciencia y descontento, otros serenidad y resignación, que en estos casos, es necesaria, siendo el primer grupo un foco infeccioso del sector.
El primer y mejor impaciente y descontento, un señor mayor muy bien vestido,
estallo su burbuja y lo expreso,

"Esto es un despropósito!!" comento indignado señalando su reloj.

El reloj no era el culpable, el problema estaba en el tiempo que llevaba girando, siempre en el mismo lugar. Dos horas de espera concluían siendo las cinco menos tres minutos. Casi desilusionado lamentó,
 "Me voy!"

Interrumpí mi lectura.
" Pero no señor, ya espero demasiado, por lo menos que valga la pena, sino va a tener que volver, ya va a llegar el doc."

Rebuzno mediante, se volvió a acomodar en la silla. "vos que estudiabas?"

"Mmm, estoy en tercero de Medicina,
pero estoy a punto de cambiarme a Terapia Ocupacional."

La cara del buen hombre se transformo.
Ya no era la espera ni el reloj lo que lo ofuscaban.

"No nena, por favor, te vas a arrepentir toda la vida!!!
Ya te digo! Mi hija es medica y ella.... bla, bla, bla, bla".
En ese instante se me apago el cerebro.
De la misma manera que pasa con el auto, al darle arranque,
 corcoveó una o dos veces y se volvió a encender.

"Porque como te decía cuando sos medico, bla, bla, bla..."
Se volvió a apagar . Pero esta vez quedo en contacto. Como el auto.

Unos segundos después, llega una señora de unos cuarenta años,
muy acelerada y un poco despeinada, con un nene y una nena.
De mi cerebro, solo funcionaba su estado basal, cumpliendo el mínimo e indispensable de sus funciones.
La señora muy apurada se presento en mesa de entrada y repitió varias veces,
"Cami sentate ahí!"
Cami se sentó a mi lado. Era el único asiento vacío.
Cuando la miro de cerca me doy cuenta que es una nena con Sme. de Down. 
Volvió a chispear mi anestesiada materia gris.

"Por eso te digo nena, dejate de viajar y dedicate a estudiar,
que los médicos... bla, bla, bla ..."

Esta vez no se apago, pero decidió girar la cabeza hacia la izquierda.
Cami me estaba esperando con una sonrisa de oreja a oreja. Mi cerebro colapso.
A mi derecha, Don impaciente y descontento, padre de la Doctora Bla.
A mi izquierda, Cami, que me miraba y me sonreía, hasta que se distrajo al escuchar a su mama preguntando "el consultorio 6?".
"Ese!" dijo ella muy segura. Efectivamente era el seis. Mi cerebro volvió a colapsar.

 A mi derecha y a mi izquierda.
Era un buen momento para estar en el medio.

6 comentarios:

  1. amo esos instantes donde era buen momento para estar en el medio.
    a diferencia del Sr. padre de la Dra. blabla, te veo mucho más como terapista ocupacional! pa' adelante mija

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  2. jjaaj gracias naaaa!
    besotes!!

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  3. Un día Mariano Grondona iba en su auto y tenía que doblar a la izquierda en la próxima esquina.
    Se bajó y vendió el auto. Por supuesto más caro de lo que lo había comprado...

    Hija, te banco a muerte. Cualquier cosa buscame en Panamá, que comida no te va a faltar.

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  4. y yo te banco a ti hijo... ya lo sabes bien.
    :O)

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  5. hermoso hermana, doble hacia la izquierda y no se arrepentirá. si lo hace, siempre encontrará una rotonda para redirecccionar.

    recalculando..

    Pachu

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  6. muuuy lindo! lo importante es siempre tener la posibilidad de elegir, y mucho mejor si te gusta!

    Beso al coco basile!

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