viernes, 29 de abril de 2011

Las Aventuras de Catalejo Siete, Cap.4

Corrían aguas de soledad para Cate.
Hacia unos cuantos meses que Sofia había abandonado esa cuasi convivencia.
Pobre Catalejo, andaba casi sin rumbo por la ciudad, de acá para allá. Solo algunas rutinas le colocaban los pies en la tierra.
Se levantaba a duras penas, se acomodaba un poco el pelo, se cepillaba los dientes, vestía lo primero que encontraba y se iba a trabajar. Tenia un largo viaje a destino que aplacaba con música en sus oídos.
Con pocas cosas terrenales, si se podía conectar. Nada se comparaba con la música o un buen libro.

Un día mas de trabajo, se cruzo con Luz, a quien de a poco empezó a conocer. Era una chica fuera de lo común, por lo menos para el, nada parecida a las que conocía.

Con el tiempo establecieron cierta relación virtual, haciéndose compañía a la distancia, en algunos de los ratos libres que compartían. Intercambiaban canciones, escritos, fotos, historias de vida, de arte y de familia.

El tiempo paso, y Cate quiso conocer un poco mas a Luz.
Sin darse cuenta, apoyo el catalejo en la mesa y se dejo llevar. La invito a salir.
Ella sin compromisos ni expectativas acepto.
Unos días antes de la cita, Cate sintió que lo observaban de muy cerca, y si bien esta situación lo incomodaba un poco, sentía algo familiar.
Sofia había vuelto.

Le confusión lo atormento un poco. La culpa hizo el resto.
El día del encuentro se acercaba y el se veía entre la espada y la pared.
Cate era un tipo con ciertas inseguridades que fácilmente lo desequilibraban.
Luz lo podía percibir. Sofia solo sospechaba.

Llego el día. Cate no soporto la presión. Se contacto con Luz y mediante una excusa que ambos sabían que no existía, cancelo la salida. Ella ya lo sabia y no se sorprendió. Tampoco se enojo.

Para el fue muy difícil, pero no lo dudo.
Se sintió un poco raro, sin poder indentificar cual era ese sentimiento en particular.

Sofia le brindaba una seguridad pasajera que no podía ni quería desaprovechar.
Es cierto que lamento no haber concretado su encuentro con Luz, pero era muy importante su historia anterior. Eso lo hacia sentir bien.Se sintió seguro de elegir.
Aunque sea por un momento, lo sintió y lo disfruto.

martes, 26 de abril de 2011

Las Aventuras de Catalejo Siete, Cap.3

Todos los Jueves al mediodía, Cate va a la psicóloga. Ese día, no sabe porque, llego muy temprano. Sabia que faltaban como veinte minutos para su turno, suspiro fuerte y se sentó en la silla al lado de la ventana. Siempre se sienta en la misma. 
Cuando el aburrimiento y el silencio lo aturdían, ya sin poder soportarlo, revolvió el estante inferior de la mesa ratona y encontró un libro que indudablemente le llamaría la atención, "La Inteligencia emocional" del Dr. Daniel Goleman. 
Casi con sudor frio en las manos, lo agarro. Unos segundos despues y ya con cierto temor identificado, se dispuso a leer la contratapa.
Un señor de rulos, con cara de estar muy seguro de si mismo le decía:

   "El término " inteligencia emocional " se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Es un termino que engloba habilidades muy distintas –aunque complementarias- a la inteligencia académica, la capacidad para aprender y conocer que exclusivamente mide el cociente intelectual.
Estos dos tipos de inteligencia, la intelectual y la emocional, expresan la actividad de dos regiones diferentes del cerebro. El intelecto se basa exclusivamente en el funcionamiento del neocórtex, la parte de formación más reciente que recubre la superficie del cerebro, mientras que los centros emocionales ocupan un lugar inferior y más antigua en el mismo. La inteligencia emocional, por último, está relacionado con el funcionamiento concertado y armónico entre los centros emocionales y los centros intelectuales.
 Cada vez más todo depende del tipo de relación que mantengamos con nosotros mismos, del modo en que nos relacionemos con los demás, de nuestra capacidad de liderazgo y de nuestra habilidad para trabajar en equipo. Estos son los elementos que ya, y mucho más en el futuro van a determinar la realidad del mundo laboral. Es otra forma de ser inteligente, es lo que llamamos INTELIGENCIA EMOCIONAL."

Dejo el libro en la mesa. Lo invadió un sentimiento de vació total. Se acordó de Luz y se sintió peor. 
Saco su libreta casi nueva y escribió una nota. Cuando la recepcionista se levanto a preparar un café, a paso silencioso y apurado, la dejo en su escritorio. 
Y así, una vez mas, huyo.

domingo, 24 de abril de 2011

No Te Sientas Un Boludo!

Si te rompes el orto para que las cosas salgan bien en un grupo, y este no responde en ningún sentido... No Te Sientas Un Boludo... De algo va a servir todo el esfuerzo!

Si te cruzas con tu ex, todos los fines de semana, y a pesar de que te re contra cago, el es quien no te saluda... No Te Sientas Un Boludo... Puede que tenga un gran sentimiento de culpa o una nueva pareja un tanto insegura!

Si le prestaste tus apuntes a un ex ex ex pareja y no te los devuelve, porque su nueva pareja es muy celosa... No Te Sientas Un Boludo.... Por algo es un Ex, como el boludo que ya no te saluda.

Si te agota ponerle energía a relaciones humanas sin sentido, que ademas vuelven en maliciosas cuotas de energía negativa... No Te Sientas Un Boludo... cuando pase el bumeran mala onda, agachate, que al completar el giro cambia de signo y se vuelve positiva.

Creo que podría estar toda la noche, pero mañana curso muy temprano.
Me encantaría que continúen infinitamente con esta notas, agregando sus "No Te Sientas Un Boludo" personales.

Buena Noche!

viernes, 22 de abril de 2011

Las Aventuras de Catalejo Siete, Cap.2

Catalejo, introvertido y hermético, tiene todos sus sacos con bolsillos grandes. Guarda muchas cosas y secretos. Siempre tiene una libreta casi sin usar y muchos pañuelos de papel tissue para cuidar el lente, monedas para el colectivo, las llaves de su casa, el celular y la billetera.

Un día de lluvia, Catalejo y Luz fueron a la plaza a pasar la tarde.
Ese día ella se dio cuenta de la enorme distancia que había entre ellos.
Cate lo noto, pero no pudo hacer nada. Solo saco un pañuelo y limpio el lente de su catalejo. La miro, la volvió a mirar, le pareció ver una lagrima pero no le importo.
A Cate no lo impresionan las lagrimas. No las entiende, no las conoce.
Luz sabia de memoria la historia de Sofia, pero no sentía celos ni nada parecido. Cate siempre la nombraba. El decía que ella conocía la forma ideal de vivir en la vida. Toda meticulosa, casi fría y calculadora. Siempre combinando los zapatos, con la cartera y el cinturón. Le encantan los colores pasteles y los lunares chiquitos, casi imperceptibles.
Luz no la conocía personalmente, pero tan detallada era la descripción de Cate que casi podía ver su pelo planchado y sus camisas inmaculadas.

Cate volvió a mirarla, pero esta vez sintió una especie de dolor de panza. Sabia que algo iba a pasar.
Luz era una chica de pensamiento libre y medianamente segura de si misma. Cate quedaba fascinado con sus historias.

Ella sabia que era el principio del fin. Cate también, pero como siempre, no pudo hacer nada. Se quedaron pensando un rato, en silencio.
Una vez mas, saco su catalejo para volver a mirarla.
Luz ya no estaba.
Comenzó a llover. Extendió sus brazos con las palmas para arriba, recordando aquella vez que Luz le quiso enseñar a escuchar la lluvia con las manos.

Apretó sus labios, dejo colgar sus brazos, suspiro con decepción, guardo su catalejo por un ratito y mirando el cielo entendió.

miércoles, 20 de abril de 2011

Las Aventuras de Catalejo Siete, Cap.1

Catalejo Siete es un tipo comun, con un trabajo comun. Vive en un departamento  mediano, lleno de libros, algunos que nunca leyo. No esta pensando en mascotas.
Le gustan las chicas simples, de buena familia, preferentemente morochas y de piernas flacas. No le importa demasiado su aspecto general. No prefiere las maquilladas ni tampoco las muy arregladas, pero lo que si tiene que estar perfecto, son sus uñas, de las manos y pies.
Le gustan las chicas comunes.
Catalejo es un hombre inteligente, estudio una carrera común, que no tardo mucho en completar.
Cate, para sus amigos, es un buen hombre, pero tiene un problema, es un "deficiente emocional".

De chico pasaba sus veranos en la casa de la tía Zulema, en Capilla del Señor, revolviendo y estornudando polvillo de historias viejas, contadas en objetos agrietados, en el fondo de ese interminable sótano. Tanta humedad tenia, que las cajas de cartón se volvían gomosas. Un día de suerte, abrió una caja con una etiqueta verde que decía FRÁGIL y ahí encontró la respuesta a su problema. Un catalejo forrado en cuero marrón, con detalles en bronce, lo mas  lindo que vio en mucho tiempo.
El catalejo paso a ser su forma de vida.
La tía nunca se entero.

Cate puede contar sus novias con los dedos de una sola mano. Pero hay dos en especial que marcaron sus días en la tierra. Sofia, una torturadora eterna, manipuladora, egoísta y egocéntrica. Ante todo castradora y censuradora. Luz, una chica común, que le enseño las pocas cosas que sabia que el podía entender. El resto se las guardo.



Catalejo es un buen  hombre, un tipo común.


viernes, 8 de abril de 2011

Las Arrugas Mas Irreversibles Del Mundo. (1)

Hoy me di cuenta que no se puede andar por el mundo, sin música, una libreta, una lapicera y una cámara de fotos.
Salia yo del trabajo cerca de las 22hs. Siempre me voy mas tarde, esos pibes me hacen reír mucho.
Prendo el ipod, subo el volumen y rapeo tímidamente en bajada, las maravillosas estrofas de Rene, hasta la plaza de Alem y Lavalle. Semáforo en verde, pasan tres 152 juntos. Siempre pasan tres juntos.
Cambia el semáforo, llego a la parada, saco mi tarjeta monedero. 1,25 por favor. Gracias.
Me subo con todas mis cosas y encuentro un lugar al lado de la ventanilla. Siempre de frente, nunca mirando hacia atrás, tremendo mareo me agarra.
De pronto miro hacia adelante y veo una pareja de unos 65 o 70 años, afortunados ellos que podían viajar mirando hacia atrás. Yo seguía rapeando, creo que "preparame la cena", que canción excelente.
El señor de la pareja tenia el seño tan fruncido que no entraba una arruga mas en su cara. La señora en cambio tenia sus músculos faciales un poco mas relajados.
La mirada del señor arrugado estaba clavada en los asientos posteriores a ellos, los cuales quedaban enfrentados.
Dos chicas jóvenes y alegres. Una, con una maceta con flores, intentaba sin éxito que no se deshojara en el traqueteo del viaje. La otra a su lado. Ambas, de la mano.
El señor arrugado estaba aun mas arrugado, tan así que casi podía exprimir su cara. La señora menos arrugada miraba para todos lados sin querer mirar demasiado.
De pronto, paso lo que NO-PODÍA-PASAR.. 
Ellas se besaron. Sonrieron con felicidad. La maceta ya no importaba, eso me hizo sonreír a mi también.
El señor arrugado, arrugo aun mas sus arrugas. No se como hizo, era anatomicamente imposible.
De pronto, ellos empezaron a mover sus labios, como protestando.
Confieso que quise ser mosca para poder escucharlos. Yo no podía parar de reírme internamente. Ni los dientes pude ocultar.
Ellas, ciegas al exterior, seguían en su burbuja de besos, sonrisas y flores. 
Esto seguía arrugando al señor, que las miraba como haciendo fuerza para que ellas lo notaran y dejen de comportarse de esa manera tan inapropiada. A mi me tenia al borde de la carcajada.
No les puedo explicar la foto que me perdí. Creo que hasta me dolió no poder tomarla. 
Nunca ningún actor o director, podría haberlo representado mejor.
Ellas de espalda  y perfil , felices. Ellos de frente, enojados, indignados, espantados y hasta asustados, del nivel de libertinaje de la sociedad actual. 
Intente filmar con mi ipod, pero no se apreciaba.
Me dio pena no poder sacar esa foto, era perfecta. 
Yo seguía rapeando y riendo, hasta que el señor arrugado me vio y creo que entendió que me reía de el y su malestar con la sociedad. Lamentablemente esto, me hizo reír aun mas.
Por suerte llegue a mi parada, toque el timbre y me baje. 
No quise ser culpable de un disgusto mayor de ese intolerante hombre. 
Mientras caminaba hacia la parada de la combi, terminaba la cancion, con una frase nunca tan oportuna...


"Si mis tristezas te causan alegrías, es por que tus reglas son distintas a las mías"
"yo soy libre por que desde aquí yo vuelo, solo toca despegarse del suelo"